De cuervos y Leonoras

L,

A veces pienso que tienes razón sobre lo que dices de la confianza, hace mucho que he dejado de poder decir lo que siento.

Hace unos días me vieron con lástima mientras intentaba explicar el porqué no suelo dar obsequios, y quizá si tenga que ver con las expectativas. Pienso que es lo mismo que me pasa con las palabras, siempre suprimo lo que duele (O al menos lo intento). Las imágenes de mi misma siempre están ahí.

Hay muchas cosas que puedo repetirme, como si fuese una cinta incansable; dejé de escribir cuando dejé de ser leída, dejé de marcar cuando aprendí a bastarme con el sonido del contestador. Me refugié en decenas de historias, miré todo lo que me lastimaba, quise convivir con el dolor.

Intenté replicar todo vagamente, nada jamás sació. Lo que se acercó a ello se volvió mi búnker secreto, cada wisky o cigarrillo que pudiese lanzarte como pájaro azul.

Y tienes razón pero estas equivocado. Contigo quiero sentir todo, sin importar si el mundo permanece en silencio.

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