No-avanzar

Recuerdo que hace un año todo estaba enfocado en querer obtener una fotografía con una luz de bengala (aunque no todo en mi), fotos con sonrisas, debía haber muchas, en un amanecer (en el cual no quise estar), deber, debo, debía, y todos sus derivados.

Quizá es difícil mirarlo todo y notar las irregularidades que siempre estuvieron pero debían ser matizadas, tanto dolor, tanta ansiedad, tantas marcas en los brazos, en las manos, en la piel, pastillas para desvanecer, letras de no-invocación, manos invisibles en gargantas reales y mucho más dolor no aceptado, muchas más sonrisas persistentes, actos que sólo redundaban perpetuos, una canción quebrando, seres con miedo, amor y tolerancia, el pasado como espina por ser presente; la mirada de la gente que conspira y apunta con el dedo, vacío. Viajes redondos, aeropuertos, estaciones, y más desapariciones mientras yo sólo sigo soñando.

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