Lo que aprendí en la escuela de botes es

Esta noche la denomino : "como tardar más de cuatro horas escribiendo una carta de motivos (que no sabes si temes que lean o lo prefieres) para una beca cuya posibilidad de ser obtenida es de 90:NoTengoIdeaMiles nivel treinta y algo de estados (o eso decía el libro de geografía) y no morir en el intento de demostrar una profesionalidad no adquirida en estos años de mucho armar y poco escribir", creo que rechazaría mi postulación con solo basarme en el horrible título como fundamento -señorita- dirán -Nos alegra informarle que lamentablemente  usted no encaja con el perfil de "contenido corto, breve y conciso", consideramos que su titulo sobrepasó el límite de contenido plausible de toda la carta esperada-

Y es entonces aquí, a las 2:30 am cuando te das cuenta que la carta probablemente sólo quede almacenada debajo de el pisapapeles más bonito del directivo concerniente y es cuando te preguntas ¿entonces como rayos seleccionarán a los maravillosos afortunados de esta rifa milenaria (de varios miles, sí, miles de horas fuera)? Y decides aceptar aquella arcaica teoría de un par de personas aburridas de leer siempre los mismos números lanzando solicitudes virtuales sobra una mesa virtual (una mesa muy pequeña) y con un ventilador-tornado a su lado esperando a ver cuales quedan encima de la diminuta mesa (muy diminuta), y ¡capum! Ladies and gentlemen in this April 26th we'll have those 90 lucky (very fukcing lucky) guys who are gonna travel in this summer.

Notese que por el número mi mente no deja de insistir en ese lugar y no el otro.

Pd1: Y así arruino mi mejor día a la semana para poder dormir.

Pd2: Muero de sueño, mi mente no podría estar más desordenada, espera (¿a quien rayos le digo que espere?) si esta peor, descubrí que tengo un observador incendiario. Me siento en el filo de la navaja.

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