Si me dices "ven" no dejo todo, pero no me digas ven.

La vida dura 8 meses después de muerta, ya no huele a cadáver, se desvanece entre las manos, la tomo, la desmorono y al final solo quedan cenizas.

Al final va siendo lo mismo un crujido o dos, al tercero se vuelve un sonido seco, ya no hay nada, todo vuelve a su sitio; entonces se sienta y asienta el alma, habla sobre lo que ya no existe; crea torres de  cartas de más de 187 pisos, las cartas se vuelan y vuelve a iniciar la torre desde abajo, un ciclo sin final que ya nunca tiene inicio, pero ya no es un ciclo lo que sucede es que el proceso se ha ciclado.

Imagen de Yoko Tanji.

Porque está muerto. Porque ha muerto ya incluso el cadáver, porque el cadáver dejó de oler a rosa y si la rosa es el olor a muerte ahora ya no huele a nada, porque "nada" es lo que continua.

Te apropias de las cenizas y las ocultas como si fuera algo prohibido asesinar lo que decidió cometer suicidio. Lo avientas todo al vacío, que traspase el agujero negro de la consciencia porque al final ya está en aquel lugar llamado "allí". Igual que un otro yo.

Recordar que no hay alas, que volar es cosa de aves y para ellas siempre hay noche.


La muerte dura mil nombres después de aparecida, pero dura lo que una bocanada de aire antes de volver a sumirse en lo profundo. Nadar, la vida muerta se ha convertido en polvo, seguir, mirar al cielo y probar la lluvia, no hay gotas de chocolate.

Los domingos astromáticos viajaron a otros universos, ahora gritan "Houston, tenemos un poema" pero el poema tampoco existe "El mensaje tardará 3 meses 4 días y 16 horas en llegar a la Tierra" más, cada vez más. ¿Qué tan rápido se debe morir para alcanzar lo que ya no perdura?.


Pero no me digas ven, porque quizá lo deje todo, porque mi poema sin rima dice "Sácanos de aquí, Houston, tennos compasión...". La vida dura 8 meses después de muerta, y con aquellos pedazos triturados me digo "ven" y dejo todo, dejo la vida de muerta, dejo incendiarse lo que ya no tiene fuego, dejo de escribir los "pero dime ven" y me resumo a saber como un hecho que no dejaría nada.